El vidrio: cuándo apareció

El vidrio parece haberse inventado entre el año 2.500 y el 3.000 a.C., en el Asia Menor. Cuando ya la civilización egea estaba en decadencia, en el siglo XIII a.C., se establecieron en Siria y Mesopotamia numerosos centros de fabricación de vidrio que perduraron y se extendieron por el Mediterráneo, en las islas de Rodas y Chipre y, más tarde en Alejandría, que fue un importante centro de producción de vidrio desde el 300 a.C.

Las vasijas y recipientes de vidrio se hacían por derretido sobre moldes, porque no se había inventado aún el método de soplar con tubo, aunque también se cortaban de bloque sólidos.

Egipto, Persia y Siria constituyeron florecientes industrias del vidrio. En el siglo XVIII un señor apellidado Ravenscroft inventó el vidrio de plomo, que era más pesado y más transparente pudiéndose grabar.

Hasta mediados del siglo XVIII, los vasos de vidrio y aún los espejos no eran muy comunes, por lo tanto tenían buen precio. Una especialidad de los países musulmanes, fue la de los vidrios de colores entintados con que adornaban las lámparas de sus mezquitas. En Europa floreció la industria de vitrales de colores, en gran demanda para los ventanales de iglesias y castillos. El vitral de colores más antiguo que se produjo en Italia fue el del ventanal redondo del coro de la Catedral de Siena, que data del 1288.